Diosa romana que preside la floración y la primavera. Es una de las doce divinidades antiguas a las que Tito Tacio erigió un altar en Roma. En algunas poblaciones itálicas le estaba consagrado el mes de Abril. En Roma, el rey Numa, creó para ella un sacerdote, el flamen florales. Tras una serie de años desastrosos para las cosechas, su culto cambió y se le erigió un nuevo templo quedando fijada su fiesta el 28 de Abril. En su honor se celebraban unos juegos llamados la Floralia, que duraban hasta el 3 de Mayo. Era tradicional la participación de las cortesanas en estas festividades.
Su culto estaba dirigido a pedir la protección de la diosa para las cosechas. Se le ofrecían sacrificios de ovejas. Ella entregó a los hombres la miel y las semillas de numerosas flores.
A pesar de ser una diosa enteramente itálica, Ovidio intenta relacionarla con la mitología griega. Partiendo de una falsa etimología, identifica a Flora con la ninfa griega Cloris. El relato que hace de la leyenda entre Cloris y Céfiro, realmente es una repetición del mito del rapto de Oritía por parte de Bóreas, el viento del norte, existente en la mitología griega.
El autor nos cuenta que cierto día de primavera Céfiro, el viento del oeste, descubrió paseando a la ninfa Cloris y al punto se enamoró de ella. La raptó y posteriormente se casó con ella. Como prueba de amor, Céfiro nombró a su amada reina de las flores. La concedió el poder de germinar las semillas de las flores ornamentales y de cultivo.
Después Ovidio sigue relatándonos como Flora interviene en otro mito. Juno disgustada con Júpiter, por engendrar éste en solitario a Minerva, decide hacer lo mismo. La reina de los dioses pide ayuda a Flora para concebir un hijo sin la intervención de su esposo. Flora le entrega una flor gracias a la cual Juno engendró a Marte, el dios cuyo nombre es el primer mes de la primavera.
Se la representa adornada con flores. Dentro de la iconografía de esta diosa podemos encontrar el fresco de Stabia, realizado en el siglo I a. de C., en Nápoles; "El triunfo de Flora", de Poussin realizado en 1630 y expuesto en el museo del Louvre; o la escultura de Carpeaux, realizada en 1864 y también expuesta en el Louvre. En literatura podemos encontrarla en "Los Fastos de Ovidio", una especie de calendario poético de la antigua Roma.