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Juegos funerarios en honor a Patroclo
I. INTRODUCCIÓN
1.- Objetivos del tema.
El presente artículo trata sobre un episodio de la Iliada que se suele obviar en los resúmenes de la guerra de Troya que presentan la mayor parte de los libros de mitología: Los juegos funerarios que celebró Aquiles en honor a Patroclo.
Con este trabajo pretendo mostrar no sólo el funcionamiento de los juegos que celebraban lo griegos en honor a un dios o a la muerte de un personaje ilustre, sino también su cultura, valores (como el respeto a los ancianos, como se ve con el homenaje de Aquiles a Néstor), formas de combate, y el valor que daban a diferentes objetos, como se aprecia en los premios que Aquiles otorga en cada prueba,
2.-Preliminares a los juegos
Tras derrotar a Héctor, Aquiles empezó a organizar los funerales de su amigo Patroclo de una manera bastante habitual en la cultura micénica. O sea, sacrificando animales, cortándose los cabellos él y sus mirmidones (era una ofrenda que significaba el deseo de seguir junto al muerto), decapitando doce prisioneros hijos de notables troyanos a los que quemó alrededor de Patroclo. Y exponiendo el cadáver de Héctor para que se lo comieran los perros, si bien Afrodita los apartó, además de ungir su cuerpo con aceite “rosado y divino” para evitar su descomposición, mientras Apolo tendía una nube a su alrededor para que el Sol no quemara su cuerpo.
Y por último los juegos funerarios en que se centra el tema, con algunas pruebas iguales a las de los olímpicos de varios siglos después, y otras distintas.
II. Desarrollo de las pruebas de los Juegos Funerarios en honor a Patroclo.
1.- La carrera de carros.
Para esta prueba Aquiles ofreció los siguientes premios a los primeros clasificados:
1º- Una joven muy diestra en hermosas labores; y un trípode de asas con una capacidad para 22 modios (22x8’75= 192.5 litros)
2º- Una yegua de 6 años, no domada, y preñada con un mulo en el vientre
3º- Un caldero reluciente y hermoso que nunca estuvo en el fuego (o sea, sin estrenar) con una capacidad de 4 modios (35 litros)
4º- Dos talentos de oro (2x24’2 = 48’4 kg de oro)
5º- Un caldero con dos asas también sin estrenar.
Que el penúltimo premio fuese de casi 50 kilos de oro, da cuenta de la magnitud de los demás. Y que una esclava valiera más que unos objetos tan lujosos da cuenta de lo caro que podía ser uno bien preparado y de lo lucrativo del negocio de la esclavitud.
Apenas ofrecer los premios Aquiles lamentó no poder participar, pues según él habría ganado seguro con sus potros inmortales, regalo de Poseidón a su padre Peleo, y que también echaban de menos a Patroclo.
Los cinco participantes (en todas las pruebas son los primeros en ofrecerse de forma espontánea) fueron Eumelo, Diómedes, Menelao, Antíloco y Meriones.
Como los caballos de Néstor eran los peores, su padre el venerable Néstor (muy respetado por los griegos por su experiencia y buenos consejos) le recomendó que intentara adelantar a sus oponentes en un punto donde el camino se estrechaba, acercándose a una piedra pero evitando chocar con ella. Era una treta peligrosa pero que si salía bien su oponente no podría volver a adelantarle.
Empezó la carrera ganando Eumelo. mientras Diómedes estaba a punto de alcanzarle o no. Pero Apolo estaba furioso con Diómedes desde que en una batalla éste atacó a Eneas mientras el dios lo protegía. Así que hizo que se le cayera el látigo, de modo que sus caballos perdieron ritmo. Afortunadamente para él, siempre había gozado de la simpatía de Atenea, por lo que esta recuperó su látigo y rompió el yugo de Eumelo haciéndole estrellarse y casi morir, por lo que Diómedes ya tenía la carrera ganada.
En el segundo puesto parecía que iba a llegar Menelao gracias a sus buenos caballos, pero Antíloco, mediante la casi suicida y poco deportiva treta que le recomendó su padre logró sobrepasarle.
Ya más retrasado llegó Meriones. Y en el último lugar el magullado Eumelo, a quien Aquiles pensaba entregar el segundo premio (rezagando así a los demás) en compensación por su espectacular arrancada y estrepitosa caída. Pero las protestas de Antíloco le hicieron entrar en razón y se limitó a cambiar a Eumelo su premio por una lujosa coraza, dejando el caldero del 5º premio para el anciano Néstor a modo de homenaje por las hazañas de su juventud.
Enfadado estaba Menelao por la artera táctica de Antíloco, pero las excusas de éste y su ofrecimiento por cambiar los premios aplacaron al primero. Menelao consideró que dado los buenos servicios que le había dispensado su joven y alocado amigo podía perdonarle la jugarreta y permitirle quedarse el 2º premio.
Se ha encontrado en cerámicas versiones de la carrera distintas a la de Homero. Por ejemplo, en el vaso François el único participante que también aparece en la Iliada es Diómedes, que encima aquí no es el ganador, sino el tercero. Los otros participantes son Odiseo (el ganador), Automedón, aúriga de Aquiles (segundo), y dos personajes que no aparecen en ningún lugar de la Iliada y con nombres más propios de caballo que de persona: Hippo(..)on y Damasipposs. Lo único por lo que se cree casi seguro que ilustra los juegos de Patroclo es porque el arbitro es Aquiles.
Según Steven Lowenstam, el cambio se debe a que el autor pretendía reflejar la rivalidad entre Odiseo y Aquiles, y que el hecho de que el escudero de Aquiles casi gane significaría que de haber participado él en persona habría vencido. Sin embargo, otros expertos creen que se base en otra versión de los juegos transmitida por tradición oral.
En la cerámica pintada por Sófilo, aparece una cuádriga, unos espectadores contemplando la carrera en unas gradas y las inscripciones “Aquiles” y “Juegos de Patroclo”. Dado que en la versión de la Iliada la carrera se realiza en una llanura, hay expertos que creen que se refiere a otra versión distinta, aunque muchos otros creen que el pintor lo hace por simple convención.
2.- El pugilato.
Para la prueba de pugilato o boxeo los premios fueron:
1º- Una mula cerril, difícil de domar pero muy sufrida para el trabajo.
2º- Una copa gemela.
Inmediatamente saltó voluntario Epeo, hijo de Panopeo, proclamando que el otro voluntario fuera alguien con ganas de llevarse la copa, pues aunque él no era un guerrero destacado, como púgil no tenía rival.
Su oponente fue Euríalo, hijo del Talayónida, que recibio de Diómedes ánimos y una correas de cuero de buey salvaje.
Dura fue la lucha, pero como era de esperar venció el alto y fortísimo Epeo.
3.- La lucha.
Premios:
1º- Un trípode con un valor de 12 bueyes (los micénicos solían utilizar el buey como unidad de riqueza).
2º- Una joven habilidosa en tareas domésticas con un valor de 4 bueyes.
En esta ocasión los luchadores fueron el gigantesco Ayax Telamonio y el astuto Odiseo. Tras unos instantes de equilibrada y agotadora lucha, Ayax se arriesgó tratando de levantar a Odiseo. Pero éste, muy hábilmente le desequilibró con el pié empujándole por la corva (parte de la pierna opuesta a la rodilla, por donde la pierna se dobla), técnica muy similar a algunas empleadas en otras artes marciales como el judo o la lucha leonesa. Ayax cayó y Odiseo pudo levantarlo, pero sólo un instante, pues no pudo sostenerlo y ambos terminaron rodando por el suelo. Iban a volver a cargar, pero Aquiles, temeroso de que se hicieran daño (ambos tenían la espalda llena de cardenales), interrumpió a los dos polvorientos y sudorosos luchadores, dando el triunfo a ambos y dándoles un mismo premio.
4.- La carrera.
Premios:
1º- Una crátera de 6 modios (52’5 litros) de capacidad hecha de oro. Una crátera es el recipiente donde los griegos y romanos mezclaban el agua con el vino, y esta en concreto había sido elaborada por unos orfebres fenicios y había sido propiedad de diversos hombres ilustres, o sea, que tenía historia y un enorme valor.
2º-Un buey enorme.
3º- Medio talento de oro (12’1 kg).
Participaron Ayax Oileo (no el gigante, sino que el que destacaba arrojando la lanza), Odiseo, Antíloco. Al igual que en la carrera de carros, Homero no especifica la distancia a recorrer.
Empezó ganando Ayax, seguido muy de cerca por Odiseo. Éste le rogó a Atenea mayor velocidad, y la diosa entre a cualquier dios le gusta que le recen y que Odiseo era uno de sus héroes predilectos, le concedió velocidad y además hizo que el pobre Ayax resbalara en el estiércol perdiendo el primer puesto. Como es natural, al recoger su premio se quejó de la intervención divina mientras escupía estiércol, causando la hilaridad de sus compañeros.
Y en tercer lugar llegó el joven Antíloco, pese a demostrar lo justo de su apodo “el de los pies lígeros”. Según él “los dioses ayudan a los mayores”, pues Ayax le había superado siendo un poco más mayor, y Odiseo les había ganado a todos pudiendo ser casi su padre, pero que para algo le llamaban “el viejo florido”, y que sólo Aquiles podría ganarle en una carrera. Éste, en recompensa por la adulación le añadió otro medio talento de oro.
5.- El combate.
Premios:
1º- Una espada de plata labrada que Aquiles había arrebatado a Asteropeo, el troyano que había conseguido herirle arrojándole la lanza antes de que el Pélida lo matara.
Ambos luchadores se repartirían la pica, casco y escudo que Patroclo había arrebatado a Sarpedón
Cuando Aquiles dice que se dispute el duelo “con bronce que corta la piel”, aunque pueda parecer al lector actual que se refiere al bronce de una espada , en realidad se refiere al de la punta de una lanza, ya que más tarde Homero dice algo de “la punta del asta”. Los guerreros micénicos, en las batallas solían llevar, dos lanzas, una para arrojarla al enemigo y otra para el combate cuerpo a cuerpo, mientras que la espada sólo la llevaban como recurso de emergencia para el caso de que se quedaran con sólo una lanza rota. Es lógico que los duelos se practicaran con la misma arma que les iba a ser tan vital en el campo de batalla.
Lo lógico sería que en este duelo las lanzas estuvieran despuntadas para evitar hacerse daño, pero no era así, pues el duelo era a primera sangre. Tampoco sería algo privativo de esta época, en las representaciones artísticas de torneos medievales, aparecen caballeros decapitándose, si bien a partir del s. XIII empezó a haber restricciones en el armamento empleado en los torneos, y en el XIV ya era normal usar espadas sin filo o incluso de madera.
Más relacionado con el tema, en la Grecia Clásica ya había competiciones parecidas a la señalada en la Iliada. Se llamaban hoplomaquias, debido a que se combatían con el armamento típico de los hoplitas, o sea con lanza y escudo y quizás espada como arma secundaria. Por supuesto, aunque los micénicos también usaban estas armas, tanto estas como las armaduras habían evolucionado durante estos siglos y se manejaban de forma parecida pero no igual. Pues resulta que fue a partir de Alejandro Magno cuando empezaron a emplearse armas sin afilar para estos combates.
Afortunadamente para los guerreros de ambas épocas, en un duelo con armadura como es el caso que nos ocupa el peligro es menor, pues precisamente los puntos débiles de ésta están localizados en partes del cuerpo no vitales. Lo que no obsta que siga habiendo cierto riesgo.
Volviendo a estos Juegos, en esta ocasión los candidatos fueron Ayax Telamonio y Diómedes. Ambos se atacaron a base de bien con la lanza, pero ninguno llegaba a herir al otro porque o se interponía el escudo o la coraza. Hasta que Diómedes llegó a amenazar el cuello del gran Áyax y los griegos, temerosos por Áyax, ordenaron el fin de la pelea y el reparto de premios. Pero el gigante, muy caballerosamente le ofreció la mejor parte: la espada.
6.- El lanzamiento de peso
Premios:
1º- Un suministro de hierro suficiente para surtir a los labradores y pastores de una ciudad durante 5 años. Premio muy valioso, dada la escasez del hierro a finales de la Edad del Bronce.
Los candidatos fueron Polipetes, Leonteo, Ayax Telamonio y Epeo. Ayax logró superar a Leonteo y Epeo, pero Polipetes lo superó a él con un extraordinario lanzamiento llevándose el premio.
7.- El arco
Aquiles plantó un mástil, y con una cuerda ató una paloma a su extremo superior.
Premios:
1º- 10 hachas grandes de valioso hierro para quien acertara en la paloma.
2º- 10 hachas pequeñas también de hierro para quien acertara en la cuerda.
Los participantes fueron Teucro y Meriones. Por sorteo le tocó a Teucro disparar primero, hizo un gran disparo, pero al no haber sacrificado unos corderos recién nacidos a Apolo (que aparte de ser el dios de la luz y de la belleza, también lo era de la arquería), el dios no permitió que alcanzase a la paloma, acertando sólo al cordel. Como es natural, el ave echó a volar, por lo que Meriones arrebató enseguida a Teucro el arco, y pese a ser ahora casi imposible logró acertar en la paloma maravillando a todos los griegos. Por supuesto él sí había sacrificado los corderos.
8.- El lanzamiento de jabalina
Premios:
1º- Un caldero adornado con flores que valía un buey.
2º- Una lanza con punta de bronce.
Los participantes fueron Agamenón y Meriones. Según Aquiles, dada la fama de del comandante en jefe de los griegos de ser el más destacado con la jabalina, no hacía falta hacer tal prueba, por lo que sugirió a Agamenón otorgarle directamente el primer premio, cosa que este aceptó.
III. Final
1.- Cuadro de honor
Prueba | Puesto - Participante * |
Carrera de carros | 1º- Diómedes |
2º- Antíloco | |
3º- Menelao | |
4º- Meriones | |
5º- Eumelo | |
Pugilato | 1º- Epeo |
2º- Euríalo | |
Lucha | 1º- Ayax Telamonio |
1º- Odiseo | |
Carrera | 1º- Odiseo |
2º- Ayax Oileo | |
3º- Antíloco | |
Combate | 1º- Diómedes |
1º- Ayax Telamonio | |
Lanzamiento de peso | 1º- Polipetes |
2º- Ayax Telamonio | |
3º- Epeo ** | |
3º- Leonteo ** | |
Tiro con arco | 1º- Meriones |
2º- Teucro | |
Lanzamiento de Jabalina | 1º- Agamenón |
2º- Meriones |
2.-Despedida
En primer lugar deseo agradecer la ayuda que me han prestado Angel Martín, Sinuhé y Peleo en el debate de las "Hachas micénicas en la Iliada". Especialmente a Dodecaedro, por su información acerca del vaso de François y la cerámica de Sófilo.
Por último recordar que cualquiera que tenga cualquier sugerencia para mejorar este artículo tan solo tiene que enviarme un correo privado o emplear el foro.